1.-Siéntese en el suelo contra una pared, con las rodillas flexionadas, las plantas de los pies juntas y los talones lo más cerca posible de las nalgas.
2.-Toma los pies o los tobillos con ambas manos y llévelos hacia las nalgas todo lo que le sea posible, tomando aire en abundancia.
3.-Espire el aire lentamente, mientras se inclina hacia delante, manteniendo las espalda recta e intentando bajar el pecho hacia el suelo lo más posible.
4.-Para volver a la posición inicial, hágalo lentamente, mientras toma aire en abundancia.
Si tiene los aductores débiles, realice el ejercicio con los talones extendidos ligeramente hacia delante.
Recomendación: 10 segundos, dos veces.
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